Creo que soy algo cínica...
Cuentan que un día caminando por Atenas, Diógenes, vio a un niño bebiendo agua de la fuente con sus manos y entendió que no necesitaba cuenco o escudilla para el agua. De esta forma, Diógenes dice “este muchacho me ha superado en sencillez y me ha enseñado que todavía tengo cosas superfluas", mientras tiraba su escudilla. En otra ocasión, Diógenes estaba tomando el sol delante del tonel en el que vivía cuando Alejandro Magno (el hombre más poderoso del mundo en aquel momento) se presentó ante él. Alejandro, admirado por la forma de pensar y actuar de Diógenes, le dijo “pídeme lo que sea, puedo concederte lo que quieras” a lo que Diógenes contestó “solo necesito que te apartes un poco y no me tapes el sol”. En ese momento, los soldados que acompañaban a Alejandro se reían a carcajadas, pensarían “vaya tonto, le acaba de ofrecer lo que sea y solo quiere tomar el sol”. Alejandro, sin embargo, les hizo callar admirado, y dijo “si algún día vuelvo a nacer, me gustaría volver a s