El mito de Perséfone
El
mito era una forma de explicar el origen o la naturaleza y funcionamiento de
una realidad, natural o social, en la que intervienen personajes sobrenaturales
que encarnan las fuerzas de la naturaleza o las estructuras de poder de la
sociedad.
En
este caso, el mito de Perséfone trata de explicar las estaciones del año, es
decir, por qué florecen y se secan y caen las flores, los árboles, etc.
Perséfone
(en la mitología romana y latina, Prosérpina), según las versiones más usadas,
fue la hija de Zeus, dios del Olimpo, de los cielos y del trueno, y de Deméter,
diosa de la tierra, agricultura, protectora del matrimonio y de las leyes.
Aunque, tradicionalmente, se decía que era hija de Zeus y Éstige, la ninfa del
río infernal. La diosa es conocida por el mito del rapto por parte de Hades
(dios del Inframundo) o también llamado mito de Perséfone.
Perséfone
poseía las divinidades de la vida, la muerte y de la resurrección. Era una
hermosa joven de cabellos dorados y grandes ojos verdes, que vivía con su madre
en el monte Olimpo. De vez en cuando Perséfone bajaba del Olimpo a los prados y
recogía flores con sus amigas las ninfas. Un día cuando la joven se encontraba
recogiendo flores en Nisa, Sicilia, en compañía de sus amigas las ninfas y
hermanas de padre, Atenea y Artemisa, la tierra se abre, justo en el momento en
el que ella va a tomar un lirio, (según otras versiones un narciso) y por la
grieta Hades la toma y se la lleva secuestrándola en un carruaje negro, sin
dejar ningún rastro.
Las
amigas de Perséfone no habían visto como la joven se esfumó y no pudieron darle
más explicación a su madre. Deméter desesperada, comenzó a buscarla, disfrazada
de anciana recorrió toda en Grecia en busca de alguna pista sobre el paradero
de su hija, durante nueve días estuvo buscando sin comer, ni beber. Durante
estos largos y tristes viajes en busca de su adorada hija, la tierra se volvió
estéril. (También se cuenta que Deméter, al enterarse lanzó una maldición sobre
la tierra, y los dioses le tuvieron que suplicar que la retirara para que los
humanos pudieran vivir. Pero Deméter, desesperada por ver a su hija, dijo que
no retiraría la maldición hasta que viese a Perséfone.)
Finalmente
halló noticias, el hijo de los reyes de Eleusis le contó que un pastor le había
dicho, que vio un siniestro carruaje, guiado por un rey de armadura negra, que
se había llevado a una hermosa joven. Al parecer, la tierra se había abierto y había
desaparecido con ella en sus entrañas. De esta manera, Perséfone se convirtió
en la diosa de los Infiernos.
Deméter,
enseguida llegó a la conclusión de que se trataba de Hades. Pensó que Zeus
podría haberlo evitado, pero que no lo hizo. Los mitos griegos siempre han sido
muy suspicaces a la hora de valorar que el rapto de la joven se llevó a cabo
con la complicidad de Zeus, sobre todo por el hecho de que allí también
estuvieran sus hermanas y no pasara nada.
Sin embargo, al tiempo, Zeus se
arrepintió y ordenó a Hades que devolviera a Perséfone, pero esto ya no era
posible pues la muchacha había comido un grano de granada, mientras estuvo en
el Infierno, no se sabe si por voluntad propia o tentada por Hades. El problema
era que un bocado de cualquier producto del tártaro implicaba quedar encadenado
a él para siempre.
Para
suavizar la situación, Zeus dispuso que Perséfone pasara parte del año en los
confines de la Tierra, junto a Hades, y la otra parte sobre la tierra con su
madre, mientras Deméter prometiera cumplir su función germinadora y volviera al
Olimpo.
La
hija de Zeus se convirtió en la responsable de las estaciones, pero más
relacionada con la primavera. Cuando ella regresaba del Inframundo, en marzo,
la primavera comenzaba y el invierno terminaba. Las flores florecían y
recuperaban su intenso color. Como la presencia de Perséfone en la tierra se
vuelve cíclica, así el nacimiento de las flores también lo hace.
Por
otra parte, durante el tiempo en que Perséfone se mantiene alejada de su madre,
Deméter, y confinada a el tártaro, o mundo subterráneo, como la esposa de
Hades, la tierra se vuelve estéril y sobreviene la triste estación del
invierno. El invierno era una manera de recordar el dolor y la tristeza por la
vuelta de Perséfone al Inframundo.
Perséfone
también estaba directamente relacionada con la agricultura y con la plantación
de la cosecha. La tierra empezaba a ser fértil después de su regreso, puesto
que, durante su estancia en el Olimpo se le había pedido que no comiera, pero
ella había tomado unas semillas, lo que hizo que cuando volvía junto a los
demás dioses, los griegos podían empezar a plantar.
Perséfone
se adaptó muy bien al Inframundo y supo asumir muy bien las responsabilidades
como reina de la tierra de los muertos, y terminó por enamorarse de verdad de
Hades.
El
matrimonio de Perséfone y Hades fue estéril, no tuvieron hijos. No obstante,
Perséfone fue seducida por Zeus, su padre, que había adoptado forma de serpiente
y tuvo a su hijo Zagreo. También se dice que Hades tuvo una hija, Macaria, pero
no sé sabe quién era su madre, podría ser Perséfone.
Correcta entrada. Espero algo más personal y creativo para la próxima entrega.
ResponderEliminarSaludos